Ese panorama, sin embargo, no va más. La captura del exvicepresidente Jorge Glas, tras la violenta irrupción a la Embajada de México en Ecuador, provocó la ruptura definitiva entre el Gobierno y Revolución Ciudadana (RC), que se declaró en oposición.
La relación del Ejecutivo con el PSC está sentida, porque los socialcristianos denunciaron que el Gobierno “se llevó” a dos de los suyos (los asambleístas Lucía Jaramillo y Guido Vargas), mientras con Construye parece poco probable “reconstruir” el diálogo, tras la controversia desatada con la decisión en primera instancia de un juez del Tribunal Contencioso Electoral (TCE) de cancelar al movimiento liderado por María Paula Romo, de lo que voceros de la organización responsabilizaron al propio presidente Noboa.
Así, ¿con quién podrá el Gobierno tener margen de maniobra en el Parlamento? ADN tiene 25 asambleístas, a los que podrían sumarse 4 desertores del correísmo y los dos ex PSC. Aún con ellos, está muy lejos de los 70 votos que necesitará para cualquier decisión legislativa, lo que supondrá el retorno de las “mayorías móviles”, aquellas que se activarán dependiendo del tema. Lo más probable es que sea este mecanismo el que impere para el trámite y aprobación de las reformas legales derivadas de la consulta popular del 21 de abril.
¿Y de allí? Incierto, sobre todo si al Gobierno de Noboa se le ocurre impulsar alguna reforma económica, laboral o a la seguridad social, temas muchísimo más sensibles y cuyo consenso se avizora casi imposible cuando a la vuelta de la esquina se apresta a iniciar la etapa previa a las elecciones presidenciales y legislativas del 9 de febrero de 2025.
Retomo entonces a la reflexión inicial de este artículo: si la consulta, en su esencia, era innecesaria y el Estado podía ahorrarse esos 60 millones de dólares, la única explicación lógica es que Noboa buscaba una legitimidad política indispensable en su propósito de aspirar a la reelección.
¿Qué tenemos hoy? Tras un silencio inicial, Daniel Noboa habló de “goleada” y se puede leer entre líneas que su intención de buscar nuevamente la presidencia está intacta.
Al frente, Jan Topic se mantiene activo, y aunque el PSC lo sigue presentando como su candidato, el empresario ha dicho que está construyendo su propia plataforma política.
En el lado de la centroizquierda, los anuncios iniciales de Leonidas Iza, Pedro Granja o Carlos Rabascall parece haberse quedado solo en eso, porque no se los ha visto activos en el camino a la consolidación de una candidatura en firme, al igual que Cristina Reyes, que, en la práctica, no ha pasado de aquella entrevista en la que reveló su intención de ser aspirante.
Y en el correísmo, por ahora, solo especulaciones: Luisa González, Abraham Verduga, Diego Borja y Gustavo Jalkh, mencionados por la asambleísta Pierina Correa como precandidatos.
La carrera aún está verde, y por ello, el post consulta será clave.