El gobierno saliente deja a la deriva la priorización de proyectos de inversión destinados a comprometer recursos públicos en el corto plazo, lo que se vuelve uno de los mayores retos para cualquier gobierno que gane las elecciones ecuatorianas el próximo 15 de octubre, más allá de los resultados del debate de este domingo 1 de octubre.
El estiaje y El Niño son un embate a un gobierno en soletas, con una nueva Asamblea Nacional de mayorías móviles (ingobernabilidad sistémica) que enfrenta la imposibilidad de normativa tributaria nueva para incrementar financiamiento de la cosa pública y será la capacidad de gestión de la función ejecutiva y la efectiva coordinación con los gobiernos autónomos descentralizados las que permitirán concluir un periodo gubernamental de los más cortos de la historia, en términos formales.
Junto a la gobernabilidad, la gestión de la liquidez son los retos más importantes del próximo gobierno para enfrentar 5 ejes: seguridad, clima, empleo, salud y educación.
Ambos candidatos han confirmado el uso de las Reservas Internacionales (RI) para financiar sus requerimientos de efectivo, pero qué es, cómo funciona y qué implica.
Las RI representan el total de activos externos líquidos (USD principalmente), administrados por el Banco Central del Ecuador (BCE) para atender de manera inmediata las obligaciones con el exterior requeridas por sus depositantes (de recursos públicos y privados). Se estiman en USD 8 billones, de los cuales ~2USD billones son recursos públicos.
En este sentido el nuevo gobierno, en un escenario moderado, tiene la posibilidad de exigir al BCE financiar el Presupuesto General del Estado (PGE) con los recursos públicos que forman parte de las RI y que ha de priorizarse para atender los 5 principales ejes que el país necesita, con el compromiso gubernamental de brindar seguridad, liquidez y rentabilidad al financiamiento que el BCE le otorgue.
Igual de importante es la capacidad de comprometer y devengar esos recursos por parte del nuevo gobierno en 18 meses, para lo cual se requiere experiencia en la gestión de la cosa pública por lo urgente de un gobierno transitorio y la inmediatez de atender demandas sociales insatisfechas.
Más importante que este factor de uso de reservas internacionales será la efectividad en la recaudación tributaria interna, incluida la de las aduanas para lo cual contrastar con valores FOB reales es un reto para el nuevo gobierno.
Asumiendo que quien gane las elecciones elija un equipo con experiencia y de primera, sumado a una buena coyuntura internacional, lograr que esos fondos se conviertan en liquidez en el país tomaría de 9 a 12 meses desde que se decida usarlos. O sea, casi todo el período de gobierno.