Una de las causas que más unió al Ecuador vuelve de nuevo a la palestra, junto a las elecciones flash de agosto.
Los ecuatorianos decidirán si dejar el petróleo en tierra en el Yasuní, luego de 10 años de planteada la pregunta para consulta popular. La presentó el colectivo Yasunidos en 2013, pero apenas este año la Corte Constitucional la aceptó.
La pregunta en la papeleta será: ¿Está usted de acuerdo en que el gobierno ecuatoriano mantenga el crudo del ITT, conocido como bloque 43, indefinidamente en el subsuelo?
Posiciones a favor y en contra se han levantado y la gran pregunta es cómo se cubrirán los recursos que no se percibirán si la decisión es que el petróleo se quede bajo tierra.
El Ministro de Energía, Fernando Santos Alvite, calificó como «un suicidio» prohibir la explotación petrolera en el Yasuní y así mismo consideró la posible prohibición de explotación minera en el Chocó Andino —que también se votará en consulta popular en las próximas elecciones.
Para el Ministro, cesar la explotación del Bloque 43-ITT, del que asegura que se extraen unos 55 mil barriles diarios—equivalentes al 11 % de la producción nacional—, provocará que el Estado deje de percibir beneficios de $ 1.200 millones al año. Cree que no ha habido afectación al medio ambiente desde que el Bloque entró en operación en 2016.
Pedro Bermeo, del colectivo Yasunidos, aclaró en Ecuavisa que no se está hablando de “parar la producción petrolera en el país, si no solamente en ese bloque”. Y contrariamente a lo indicado por el Ministro, sostuvo que entre 2016 y 2022, en el ITT ha habido más de 22 derrames petroleros, según el Ministerio del Ambiente.
Para el experto petrolero Luis Calero se dejarían de producir 60 mil barriles diarios y el impacto económico sería directo hacia los gobiernos autónomos descentralizados. Por renta petrolera, estimó que se perderían cerca de 22 mil millones de dólares. Desmontar las torres y la infraestructura generaría un daño ambiental adicional, explicó.
Primicias reporta que un posible cierre de operaciones del bloque ITT tendría efectos colaterales para el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), a criterio del gerente de Exploración y Producción de Petroecuador, Francisco Paz. Sin la producción del ITT, el petróleo que transporta el OCP se reduciría a unos 91 mil barriles diarios, la cifra más baja desde 2003, cuando empezó su operación en Ecuador, según el medio digital.
¿Preservar el ambiente o alimentar el presupuesto? La solución podría ser (nuevamente) un fideicomiso alimentado por el mundo desarrollado. Pronto se sabrá la respuesta, aunque quizás no la solución.